Para alguien que carece de escrúpulos y respeto por la vida humana probablemente sea natural hacer caso omiso de las denuncias que ya tiene por explotación laboral y hacinamiento de trabajadores en condiciones deplorables.


Tal es así que en la nueva inspección que realizó el Ministerio de Trabajo en hornos ladrilleros de Brandsen, se detectó que los hornos que en noviembre de 2011 fueron denunciados por trata de personas y violación a la Ley de Residuos Peligrosos, continúan funcionando en las mismas condiciones. Pero no sólo esto, sino que también se han detectado a otros hornos de la zona trabajando bajo las mismas condiciones.


Respecto al resultado de este mega operativo desarrollado el pasado viernes, NOVA se comunicó con Jorge Alonso, delegado normalizador del Sindicato de Ladrilleros, quien formó parte de la comitiva a cargo de sincronizar y supervisar la inspección, la cual también estuvo monitoreada por el subsecretario de Inspecciones de la cartera laboral, Guillermo Alonso Navone, y el director de Inspecciones del Ministerio a cargo de la Provincia, Carlos Barbalarga.


Alonso detalló que al lugar se movilizaron tres vehículos de la Policía Federal Argentina, siete del Ministerio de Trabajo de la Nación y dos del Sindicato de Ladrilleros. El destino era el Cuartel II de la zona rural de Brandsen: “Luego de hacer aproximadamente diez kilómetros de tierra y barro, llegamos a los hornos, donde se procedió a realizar las tareas de inspección y el labrado de actas correspondientes”, señaló el interventor del gremio de los ladrilleros.


Los hornos inspeccionados primeramente fueron: Horno Macedonio; Horno Clemente Torrejon; Horno De Matos; Horno Fidel Condori; Horno Miguel Cerruto Condori y/o Basilio Corchado Acuña.


Aquí, cabe remarcar que los últimos dos hornos habían sido inspeccionados el 23 de noviembre de 2011. En esa ocasión, Jorge Alonso había efectuado la correspondiente denuncia por posible comisión de los delitos de trata de personas y violación a la Ley Nacional de Residuos Peligrosas, denuncia que se tramita ante la Fiscalía Federal Nº 1 a cargo de Sergio Alejandro Franco.


Respecto a cómo encontró estos hornos meses después de haber estado allí, Alonso señaló que “todo sigue igual: sin baños, sin energía eléctrica, residuos peligrosos sobre el suelo a cielo abierto (viruta de cuero que contiene cromo), trabajadores en situación irregular, extranjeros sin documentación ni permiso para trabajar, trabajadores con ropas mojadas y en pésimas condiciones, viviendas deplorables, comida llena de moscas, basura por distintos lugares, etcétera”.


Vale mencionar también que en ese lugar se observó carne cruda colgada en una cuerda, llena de moscas y a la intemperie a efectos de secarla para poder conservarla, en tanto que algunos obreros habían manifestado cobrar con vales que son cambiados en la despensa que el dueño tiene dentro del establecimiento. De esta forma, la ganancia para el explotador era total, cerrándose así el círculo de la esclavitud.


En esta ocasión, Jorge Alonso comentó que se encontraron veinticinco obreros no registrados, mientras que los hornos en cuestión no contaban con habilitación municipal ni control sanitario alguno.




Más casos


El delegado normalizador del gremio de los ladrilleros comentó que, tras la mencionada tanda de inspecciones, se trasladaron a tres kilómetros de distancia, más precisamente al Horno “Antonio Barbosa Dasilva” (Ruta 210 - Zona Rural Brandsen), lugar donde hallaron otro paisaje aberrante.


“Nos encontramos con quince obreros no registrados, extranjeros sin la debida autorización para trabajar en el país, chicos indocumentados y lugares donde las familias hacen sus necesidades, por que realmente no se los puede llamar baños, en condiciones imposibles de explicar”.


En cuanto a las medidas a tomar, Jorge Alonso señaló que “el Ministerio de Trabajo de la Nación evaluará las medidas y posibles denuncias ante la justicia a realizar”, agregando que, por su parte, “el sindicato efectuará la denuncia ante la Dirección Nacional de Migraciones a efectos de poder regularizar la situación de los obreros”.


Manifestando que “este horno tampoco cuenta con habilitación municipal”, Alonso afirmó que desde el gremio “se harán consultas ante el intendente de Brandsen a efectos de poder trabajar mancomunadamente para evitar las condiciones deplorables de los establecimientos inspeccionados”.


Un panorama de degradación humana se ha encontrado nuevamente y para que no vuelva a pasar lo mismo y con los mismos explotadores, seguramente hará falta la colaboración municipal a la que hace alusión Alonso, ya que en casos donde está en juego la salud y la dignidad de las personas no tiene que existir la división de responsabilidades segmentadas en Nación, Provincia o Municipio. En casos como estos, el interés tiene que ser de todos. 











La Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA) y el ministerio de Trabajo de la Nación realizaron un operativo de control en establecimientos ladrilleros de la localidad bonaerense de Brandsen, donde se detectaron 25 trabajadores no registrados y pésimas condiciones de seguridad e higiene. En el marco del plan nacional de regularización del trabajo, la cartera laboral, organizó una inspección en un campo ubicado a 15 kilómetros de Brandsen, en donde se detectaron cinco fábricas clandestinas de ladrillos, las cuales tenían 25 trabajadores en forma ilegal.
“Este operativo tiene características casi dramáticas. Aquí vive gente en condiciones precarias, el agua es a bomba, no hay iluminación, el baño es un pozo cubierto por una estructura de chapas y bolsas, a la cual es imposible acercarse”, dijo a Télam el subsecretario de inspecciones del ministerio de Trabajo de la nación, Guillermo Alonso Navone.
El funcionario mostró las pésimas condiciones de salubridad con las que contaba el predio y destacó que “debemos mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, por ello realizamos operativos encubiertos en diversas zonas del país”.
“El rubro de los ladrilleros es uno de los que más trabajadores no registrados tiene, hoy casi el 85% de quienes trabajan en fábricas de ladrillos, está en negro, es decir no tiene inscripción laboral, no cumple una jornada laboral, no tiene aportes jubilatorios ni obra social”, destacó.
En un predio de unas 20 hectáreas, el ministerio detectó cinco fábricas clandestinas, las cuales tenían unos 25 empleados, quienes en su mayoría vivían en casas precarias, construidas en el mismo predio.
“Con la colaboración del Sindicato de Ladrilleros, el cual está intervenido desde el 2010 por irregularidades, pudimos encontrar estos lugares que son de muy difícil acceso ya que quedan en campos alejados, a los cuales se accede desde caminos de tierra”, explicó Alonso Navone.


 El funcionario, estuvo acompañado por el Director de Inspecciones del ministerio de Trabajo de la Nación en la sección Buenos Aires, Carlos Barbalarga, el interventor del Sindicato Ladrilleros, Jorge Alonso, y una veintena de inspectores.
Según datos del ministerio de Trabajo de la nación, en la provincia de Buenos Aires hay hasta el momento 24 establecimientos ladrilleros que contratan 134 empleados, de los cuales el 81% no está registrado.
En tanto que en todo el país se llevan relevados 134 establecimientos, en los que se detectaron 504 trabajadores, y sólo el 15% de ellos tenía un contrato o convenio laboral.
Sobre las medidas que se tomarán, Navone explicó que “se labraron las actas correspondientes que serán multas pecuniarias para el empleador, ya que sólo podemos llevar el caso a la justicia cuando se verifican casos de trata de personas o de privación de la libertad”.
Recordó que “hoy los trabajadores pueden ser incorporados a las empresas y durante los primeros 12 meses los empleadores tiene una quita en las contribuciones del 50% y durante los segundos 12 meses se paga un 25% menos sobre las contribuciones patronales”.
“Esto descarta los motivos de algunas empresas chicas o medianas, que dicen que el costo laboral no permite contratar en blanco”, consideró Navone.
El subsecretario de inspecciones del ministerio de Trabajo resaltó: “Acá se acabaron los pretextos para que los empleadores puedan tener personal en negro. Hoy con muy poco, solucionamos mucho, por eso vamos a estar abocados para informar a los trabajadores sobre sus derechos y exigir a los empleadores que los cumplan”.


















 Relevamiento del Ministerio de Trabajo realizado en un predio de Brandsen detectó a más de 30 obreros que trabajan en condiciones de hacinamiento, adelantó el Diario Crónica.

En un procedimiento donde quedó en evidencia las condiciones infrahumanas a la que son sometidos algunos trabajadores, personal del Sindicato de Ladrilleros (UOLRA) relevó a 55 obreros que cumplían funciones en un horno de la localidad bonaerense de Brandsen, 30 de los cuales se encontraban junto a sus familias, prácticamente reducidos a la esclavitud.
Sin energía eléctrica, con jornadas laborales superiores a las 13 horas, con prendas rotas y sucias y en medio de un ambiente pestilente, quienes cumplían las tareas eran todos inmigrantes bolivianos.

Prueba del modo en que viven lo marca el hecho de que los obreros cortaban trozos de carne y los secaban a la intemperie a fin de secarlos, ya que en el lugar no había heladeras.

El operativo estuvo encabezado por el delegado normalizador del Sindicato de Ladrilleros, Jorge Carlos Alonso, quien señaló que por expresa indicación del ministro de Trabajo de la Nación, doctor Carlos Tomada y el subsecretario de Fiscalizaciones, doctor Alonso Navone, vienen realizando continuas tareas para terminar con el trabajo esclavo.

El relevamiento de Brandsen fue denunciado ante el juzgado federal de La Plata Nº 1, a cargo del juez federal Manuel Blanco, secretaría Nº 34 de la doctora María Cristina Grau.

Cuando los inspectores llegaron al lugar se encontraron con los obreros trabajando en condiciones realmente lamentables. Sin las mínimas condiciones de salubridad e higiene y tratados claramente como esclavos, los trabajadores, integrantes de la comunidad boliviana, trabajaban más de 13 horas diarias.

La denuncia por trata de personas involucra a Fidel Condori, Miguel Cerruto Condori y Basilio Corchado Acuña, dueños del horno ladrillero de la localidad de Brandsen, en la provincia de Buenos Aires.

Otros de los imputados son Rubén Condori, encargado del lugar, y Martín Diez, presunto propietario del lugar, cuyo domicilio se desconoce.

Tras la denuncia pertinente ahora actuará la Justicia, que determinará responsabilidades y la correspondientes penalidades.